Ayer nueva jornada de spinning costero, como la mar presentaba un fuerte mar de fondo, optamos por guardar los vadeadores para otra ocasión y buscar un pequero más tranquilo. Y así trastear un poco la nueva cámara:
Pescar no pescamos, pero disfrutar de un bonito amanecer, con buena compañía, ya merece la pena, aquí mi cuñado Pedro en acción:
Cuando ya recogíamos, vimos a uno de los «veteranos» del pesquero como sacaba una anjova por la cola, lanzando un jig metálico y recogiéndolo rápido, lo que se conoce ahora como jigcasting. ¿Casualidad o ataque fallido del animalito?, caro le ha costado su error:
¿El jig culpable? un Herrring de 50 gr. El cual lleva en mi caja meses sin tocar agua, habrá que darle de nuevo una oportunidad….
Deja tu comentario