Mediados del verano, mi nano Germán (7 años) andaba loco todas las vacaciones con salir conmigo en el kayak a pescar. Ya había pescado desde costa, aspets, jurel y algun sargito y siempre está recordándome lo buen pescador que es.
 
Tras una dura jornada de curri porrero en solitario, me acerqué hasta la orilla y subí en la proa a German, comenzando a disfrutar de un buen paseo en kayak. Al llegar sobre los 9 metros una de las cañas comienzó a sonar y Germán a gritar, «un pez un pez, han picaaaaado». Cojo la caña aguanto las primeras embestidas y se la paso al nano para que disfrutara él mismo de esas sensaciones que tienen a su padre enganchado. El resto lo podéis ver en el vídeo:

Señalar que hasta ese momento no había cogido un pez con sus manos por que le daba miedo, teníais que verlo ahora, está subidito subidito ;-P, creo que le ha picado la bicha del kayak.

Desde entonces hemos realizado unas cuantas salidas más, utilizando un kayak doble, emulando a los Samurais pero sin los Segarra ji ji ji, eso si con chaleco, sin cañas y con un remo para él, en mi intento escalonado de afincionándolo a este maravilloso deporte. Y la pregunta del verano «Papi cuantos años tengo que tener para tener mi propio kayak«.