Nuestro Camino de Santiago 2024: de Sarria a Santiago en 5 etapas

El pasado mes de octubre, acompañado de mi hija Natalia y de mi primo Rafa, vivimos una experiencia única recorriendo juntos el Camino de Santiago, siguiendo la clásica ruta desde Sarria hasta Santiago de Compostela. Fueron cinco etapas intensas, llenas de naturaleza, convivencia y esa magia especial que solo el Camino transmite.

Día 1 – Miércoles 23 de octubre: Llegada a Sarria

Volamos desde Valencia a Santiago con Ryanair y, tras recoger el coche, pusimos rumbo a Sarria, el punto de partida de nuestra aventura. Nos alojamos en la Pensión Siete en el Camino, un lugar sencillo y acogedor perfecto para empezar con energía.

Día 2 – Jueves 24 de octubre: Sarria → Portomarín (22,5 km)

La primera etapa nos llevó entre bosques, senderos y pequeñas aldeas gallegas hasta llegar a Portomarín, un pueblo con mucho encanto junto al embalse de Belesar. Allí descansamos en el Albergue PortoSantiago, donde nos esperaba una habitación triple cómoda y tranquila.

Día 3 – Viernes 25 de octubre: Portomarín → Palas de Rei (25,8 km)

Fue una de las jornadas más largas, pero también más gratificantes. Atravesamos paisajes rurales espectaculares hasta llegar a Palas de Rei, donde nos alojamos en el Hostal Estrela do Camiño, ideal para reponer fuerzas tras casi 26 km caminados.

Día 4 – Sábado 26 de octubre: Palas de Rei → Arzúa (29,3 km)

El día más exigente del Camino: casi 30 km de recorrido hasta Arzúa, famoso por su queso. El esfuerzo mereció la pena, ya que nos esperaba la Pensión Casa do Cabo, con una habitación cuádruple amplia y un desayuno incluido que nos supo a gloria.

Día 5 – Domingo 27 de octubre: Arzúa → O Pedrouzo (19,3 km)

Con menos kilómetros por delante, disfrutamos de una etapa más tranquila hasta O Pedrouzo, donde nos alojamos en la Pensión Lobre. Fue una jornada de transición, llena de emoción al saber que ya estábamos a las puertas de Santiago.

Día 6 – Lunes 28 de octubre: O Pedrouzo → Santiago de Compostela (19,7 km)

El último tramo fue mágico. Recorrer los últimos kilómetros hasta la Plaza del Obradoiro y contemplar la Catedral de Santiago fue un momento indescriptible. La mezcla de cansancio, alegría y satisfacción coronó un viaje inolvidable que siempre quedará en nuestra memoria.


Reflexión final

El Camino de Santiago es mucho más que caminar: es compartir, desconectar de la rutina, reconectar con uno mismo y descubrir paisajes y personas que dejan huella. Sin duda, una experiencia que recomendamos vivir al menos una vez en la vida.